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AVANZA SOMOS:

Vanessa González Gavela

Licenciada en Psicología, especialidad Psicología Clínica. Psicóloga General Sanitaria. Técnico en Rehabilitación Neuropsicológica. Colegiada CL.-2901

Natalia Pañeda Longo

Diplomada en Logopedia. Maestra en Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica. Colegiada CL.- 09-251

Ana Cristina Vega Martinez

Graduada en Logopedia. Maestra de Educación Especial. Colegiada CL.- 09-009

Paula Olivar Agudo

Graduada en Logopedia. Colegiada CL.- 09-508


viernes, 16 de febrero de 2018

TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO



Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de afecciones con inicio en el período del desarrollo. Se manifiestan, a menudo antes de que el niño empiece la escuela primaria, y se caracterizan por un déficit del desarrollo que produce deficiencias del funcionamiento personal, social, académico u ocupacional.

 El rango de los déficits del desarrollo varía desde limitaciones muy específicas del aprendizaje o del control de las funciones ejecutivas hasta deficiencias globales de las habilidades sociales o de la inteligencia y se caracterizan porque concurren frecuentemente:  por ejemplo, los individuos con un trastorno del espectro autista a menudo tienen una discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) y muchos niños con un trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) también tienen un trastorno específico del aprendizaje.

Para algunos trastornos, la presentación clínica incluye síntomas por exceso además de los debidos al déficit y al retraso en el alcance de los hitos esperados.

La discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual) se caracteriza por un déficit de las capacidades mentales generales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje de la experiencia. Éstos producen deficiencias del funcionamiento adaptativo, de tal manera que el individuo no alcanza los estándares de independencia personal y de responsabilidad social en uno o más aspectos de la vida cotidiana, incluidos la comunicación, la participación social, el funcionamiento académico u ocupacional y la independencia personal en casa o en la comunidad. La discapacidad intelectual puede deberse a un daño adquirido durante el período del desarrollo a causa, por ejemplo, de una lesión cerebral grave, en cuyo caso también puede diagnosticarse un trastorno neurocognitivo.

El retraso general del desarrollo, se diagnostica cuando un individuo no alcanza los hitos esperados del desarrollo en varias áreas del funcionamiento intelectual. El diagnóstico se utiliza en los individuos que son incapaces de someterse a evaluaciones sistemáticas del funcionamiento intelectual, incluidos los niños demasiado pequeños para que les administren pruebas estandarizadas.

Los trastornos de la comunicación incluyen el trastorno del lenguaje, el trastorno fonológico, el trastorno de la comunicación social (pragmático) y el trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo). Los primeros tres trastornos se caracterizan por déficits en el desarrollo y en el uso del lenguaje, el habla y la comunicación social, respectivamente. El trastorno de la fluidez de inicio en la infancia se caracteriza por alteraciones de la fluidez normal y la producción motora del habla, como la repetición de sonidos o sílabas, la prolongación de los sonidos de las consonantes o las vocales, las palabras fragmentadas, los bloqueos y las palabras producidas con exceso de tensión física. Como otras alteraciones del neurodesarrollo, los trastornos de la comunicación comienzan precozmente y pueden producir deficiencias funcionales durante toda la vida.

El trastorno del espectro autista se caracteriza por déficits persistentes en la comunicación social e interacción social en múltiples contextos, incluidos los déficits de la reciprocidad social, los comportamientos comunicativos no verbales usados para la interacción social y las habilidades para desarrollar, mantener y entender las relaciones.  Requiere la presencia de patrones de comportamiento, intereses o actividades de tipo restrictivo o repetitivo.
Dentro del diagnóstico del trastorno del espectro autista, las características clínicas individuales se registran a través del uso de especificadores (con o sin déficit intelectual acompañante; con o sin deterioro del lenguaje acompañante; asociado a una afección médica/genética o ambiental/adquirida conocida; asociado a otro trastorno del neurodesarrollo, mental o del comportamiento), además de especificadores que describen los síntomas autistas (edad de la primera preocupación; con o sin pérdida de habilidades establecidas; gravedad). Por ejemplo, muchos individuos previamente diagnosticados de trastorno de Asperger ahora recibirían un diagnóstico de trastorno del espectro autista sin deterioro intelectual ni del lenguaje.

El TDAH presenta niveles problemáticos de inatención, desorganización y/o hiperactividad-impulsividad. La inatención y la desorganización implican la incapacidad de seguir tareas, que parezca que no escuchan y que pierdan los materiales a unos niveles que son incompatibles con la edad o el nivel del desarrollo. La hiperactividad-impulsividad implica actividad excesiva, movimientos nerviosos, incapacidad de permanecer sentado, intromisión en las actividades de otras personas e incapacidad para esperar que son excesivos para la edad o el nivel del desarrollo. En la infancia, el TDAH frecuentemente se solapa con "trastornos exteriorizadores", como el trastorno negativista desafiante y el trastorno de conducta. El TDAH a menudo persiste hasta la edad adulta, con consecuentes deterioros del funcionamiento social, académico y ocupacional.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos




Los trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos son: la esquizofrenia, otros trastornos psicóticos y el trastorno esquizotípico (de la personalidad). Se definen por anomalías en uno o más de los siguientes dominios: delirios, alucinaciones, pensamiento (discurso) desorganizado, comportamiento motor muy desorganizado o anómalo (incluida la catatonía) y sín-tomas negativos.

Delirios

Son creencias fijas que no son susceptibles de cambio aunque hay  pruebas en su contra. Su contenido puede incluir varios temas (p. ej., persecutorios, referenciales, somáticos, religiosos, de grandeza). Los delirios persecutorios (es decir, la creencia de que uno va a ser perjudicado, acosado, etc., por un individuo, organización o grupo) son los más comunes. Los delirios referenciales (es decir, la creencia de que ciertos gestos, comentarios, señales del medio ambiente, etc., se dirigen a uno) también son comunes. Pueden aparecer delirios de grandeza (es decir, cuando el sujeto cree que él o ella tiene habilidades, riqueza o fama excepcionales) y delirios erotomaníacos (cuando el individuo cree erróneamente que otra persona está enamorada de él o ella). Los delirios nihilistas suponen la convicción de que sucederá una gran catástrofe, y los delirios somáticos se centran en preocupaciones referentes a la salud y al funcionamiento de los órganos.

Los delirios se consideran extravagantes si son claramente inverosímiles, incomprensibles y no proceden de experiencias de la vida corriente. Un ejemplo de delirio extravagante es la creencia de que una fuerza externa le ha quitado al individuo sus órganos internos y se los ha sustituido por los de otra persona sin dejar heridas ni cicatrices. Un ejemplo de delirio no extravagante es la creencia de que uno está siendo vigilado por la policía a pesar de la ausencia de pruebas convincentes. Los delirios, que expresan una pérdida de control sobre la mente o el cuerpo, generalmente se consideran extravagantes; esto incluye la creencia de que los propios pensamientos han sido "robados" por una fuerza externa (robo del pensamiento), que se le han insertado pensamientos ajenos en la propia mente (inserción del pensamiento) o que existe una fuerza externa que está manipulando o influyendo en el propio cuerpo o la propia mente (delirios de control). La distinción entre un delirio y una creencia firme es a veces difícil de realizar. En parte depende del grado de convicción con el que se mantiene la creencia a pesar de las pruebas claras o razonables en contra de su veracidad.

Alucinaciones

Las alucinaciones son percepciones que tienen lugar sin la presencia de un estímulo externo. Son vívidas y claras, con toda la fuerza y el impacto de las percepciones normales, y no están sujetas al control voluntario. Pueden darse en cualquier modalidad sensorial, pero las alucinaciones auditivas son las más comunes en la esquizofrenia y en los trastornos relacionados. Las alucinaciones auditivas habi-tualmente se experimentan en forma de voces, conocidas o desconocidas, que se perciben como dif-rentes del propio pensamiento. Las alucinaciones deben tener lugar en el contexto de un adecuado nivel de conciencia; aquellas que tienen lugar al quedarse uno dormido (hipnagógicas) o al despertar (hipnopómpicas) se considera que están dentro del rango de las experiencias normales. Las alucinacio-nes pueden ser una parte normal de la experiencia religiosa en determinados contextos culturales.

Pensamiento (discurso) desorganizado

El pensamiento desorganizado (trastorno formal del pensamiento) habitualmente se infiere a partir del discurso del individuo. El sujeto puede cambiar de un tema a otro (descarrilamiento o asociaciones laxas). Sus respuestas a las preguntas pueden estar indirectamente relacionadas o no estarlo en absoluto (tangencialidad). En raras ocasiones, el discurso puede estar tan desorganizado que es prácticamente incomprensible y se asemeja a una afasia sensorial en su desorganización lingüística (incoherencia o "ensalada de palabras"). Puede producirse una menor gravedad de la desorganización del pensamiento o del discurso durante los períodos prodrómico y residual de la esquizofrenia.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

BECAS Y AYUDAS PARA ALUMNOS CON NECESIDAD ESPECÍFICA DE APOYO EDUCATIVO


Resultado de imagen de becas necesidades educativas especiales 2017-18


Ya han salido convocadas las becas y ayudas para alumnos con necesidad específica de apoyo educativo para el curso 2017/2018. El plazo estará abierto hasta el 28 de septiembre de 2017

Destinatarios

Alumnos escolarizados en centros educativos españoles que acrediten la necesidad específica de recibir apoyo educativo y reúnan los requisitos establecidos

Documentación

  • Para el caso de presentar necesidad específica de apoyo educativo derivada de discapacidad o trastorno grave de conducta, se requerirá acreditarlo por alguna de las siguientes vías:
    • Certificado de un equipo de valoración y orientación de un centro base del Instituto de Mayores y de Servicios Sociales u órgano correspondiente de la comunidad autónoma.
    • Certificado de un equipo de orientación educativa y psicopegógica o del departamento de orientación dependientes de la administración educativa correspondiente.
    • Certificado de discapacidad.
  • Si el solicitante requiere ayuda para reeducación pedagógica o del lenguaje, se requerirá, además de la anterior, la siguiente documentación:
    • Certificación expedida por el inspector de la zona en la que se acredite la necesidad de recibir estos tratamientos por la inexistencia o insuficiencia de la atención pedagógica proporcionada por el centro en el que está escolarizado el alumno solicitante y la inviabilidad de matriculación del alumno solicitante en un centro que disponga del servicio de reeducación requerido.
    • Informe específico del equipo de orientación educativa y psicopedagógica o del departamento de orientación en el que se detalle la asistencia educativa y las horas semanales que se consideren necesarias para su corrección, así como, en su caso, las prestadas por el centro, la duración previsible de la misma y las condiciones que garanticen su prestación.
    • Memoria expedida por el centro o reeducador que preste el servicio en la que conste información detallada de las características del mismo, incluyendo número de horas semanales y especialista que lo presta así como del coste mensual.
    • Declaración responsable de la persona que imparta la reeducación pedagógica o del lenguaje de que reúne los requisitos de formación establecidos en la convocatoria.
  • Si la unidad familiar superara los límites económicos establecidos en la convocatoria para las ayudas directas, pero tuviera la condición de familia numerosa, la unidad de becas que tramite su solicitud podrá proponer de oficio la concesión de subsidio; en ese caso, se requerirá presentar la documentación que demuestre dicha condición de familia numerosa a 31 de diciembre de 2016.
  • Para el caso de presentar necesidad específica de apoyo educativo asociado a altas capacidades intelectuales:
    • Certificado de un equipo de orientación educativa y psicopedagógica o del departamento de orientación dependiente de la administración educativa correspondiente.
    • Memoria expedida por el centro o el reeducador que preste el servicio en la que conste las características de dicho servicio, así como las horas semanales, el especialista que lo presta y el coste
      .

Más información en el enlace que hay a continuación.




martes, 9 de mayo de 2017

FOBIA SOCIAL





¿QUÉ ES LA FOBIA SOCIAL?

La fobia social se caracteriza por miedo intenso, persistente y excesivo en situaciones sociales, ante la eventualidad de no desempeñarse adecuadamente, verse en situaciones embarazosas, vergonzantes o humillantes, ya sea como consecuencia de la propia actuación o de la posible aparición de síntomas o reacciones incontroladas: ruborizarse, temblar, tener náuseas o vómitos, hacer ruido con la barriga, necesidad imperiosa de orinar o defecar, etc. Muchas veces, la persona está convencida de que su problema principal es debido a alguno de estos síntomas de ansiedad recién citados. El comportamiento más frecuente frente a estos miedos es la evitación de las situaciones sociales con las que se asocian.

Este miedo es reconocido por la persona que lo padece como excesivo e irracional y habitualmente viene precedido de ansiedad anticipatoria, horas o incluso días antes de la ocurrencia del acontecimiento social temido.
Para establecer el diagnóstico de fobia social, los síntomas han de persistir un mínimo de seis meses en los personas mayores de dieciocho años, sin ser debidos a efectos fisiológicos directos de una sustancia, ni a una condición médica general y sin ser mejor explicables por otro trastorno psicológico.
Existe una gran variabilidad individual en lo referente a las situaciones temidas. La fobia social será generalizada si los miedos incluyen la mayoría de situaciones sociales, o específica si se produce en circunstancias muy concretas y delimitadas, y no en todas las demás.

MANIFESTACIONES DE LA FOBIA SOCIAL

1.-Sistema somático y autónomo
- Temblor de voz y manos.
- Sudoración, sonrojo, escalofríos
- Malestar gastrointestinal (ej: sensación de vacío en el estómago o diarrea, náusea).
- Urgencia urinaria
- Taquicardia/palpitaciones
- Dificultad para tragar, boca seca.
- Tensión muscular,
- Sensación de ahogo o falta e aire.
- Sensación de opresión en la cabeza

Los fóbicos sociales que presentan ataques de pánico, manifiestan mayor miedo y evitación de las situaciones sociales, más ansiedad somática, mayor malestar provocado por la fobia y mayor susceptibilidad a la ansiedad y desesperanza.
2.-Sistema cognitivo o de pensamiento
- Dificultades para pensar (confusión, dificultad de recuerdo, peor concentración, etc).
- Tendencia a centrar la atención en uno mismo, especialmente, en los propios síntomas, emociones negativas, errores…
- Temores básicos, que son: temor a ser observado, a sentir mucha ansiedad y a tener un ataque de pánico.
- Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
- Temor a manifestar síntomas de ansiedad que puedan ser vistos por los demás y/o interferir con la actuación.
- Temor a la crítica, a la evaluación negativa y al rechazo.
- Temor a no poder alcanzar las elevadas metas autoimpuestas.

Todos estos temores se manifiestan en: pensamientos negativos frecuentes (ej: voy a hacer el ridículo, me pondré rojo), valoraciones no realistas de lo que se espera de uno, sobreestimación del grado en que se es observado por los otros, subestimación de las propias capacidades, exageración de la probabilidad de cometer errores, etc.
Todo ello suele venir acompañado de supuestos relacionados con normas autoimpuestas excesivamente elevadas, creencias sobre la evaluación de los demás y creencias incondicionales sobre uno mismo (Ej: uno debe siempre complacer a los otros”, “si no le gusto a alguien, es que algo malo pasa conmigo”).
3.-Sistema conductual o de comportamiento
- La estrategia de afrontamiento más frecuente ante el miedo intenso es la evitación de las situaciones temidas, especialmente la participación en ellas (ser centro de atención o crítica, manifestar los síntomas, etc).

-Algunas conductas defensivas para reducir la ansiedad y prevenir sus consecuencias son: consumir alcohol, evitar hablar o hacerlo brevemente y no sobre uno mismo, evitar los silencios hablando mucho y apresuradamente, meditar y ensayar minuciosamente lo que se va a decir…

Suele recurrirse también a conductas específicas para disimular el rubor (dejarse barba, maquillaje), el miedo a temblar (llevar las manos en los bolsillos, no coger objetos en presencia de los otros), el miedo a sudar (evitar ingerir alimentos calientes, llevar ropa ligera), el miedo a desmayarse (apoyarse en una pared al sentirse mareado, o caminar cerca de ella), el miedo a hacer ruidos con el estómago (distanciarse de otros, buscar lugares o actividades ruidosas que lo enmascaren) etc.
Ante la imposibilidad de evitar la situación, pueden aparecer muecas, gestos de inquietud, tartamudeo, silencios largos, etc.
EDAD DE COMIENZO Y CURSO 

La edad media de comienzo de la fobia social se sitúa en torno a los 15 años, en plena adolescencia. Frecuentemente, los adolescentes temen una evaluación negativa y aquellos más vulnerables al estrés pueden manifestar ansiedad y evitar las situaciones sociales. Es poco frecuente que el inicio de la fobia social se produzca posteriormente a los 25 años.
El trastorno suele aparecer de modo lento ante varias situaciones estresantes o humillantes, aunque puede darse abruptamente debido a una única experiencia.Suele presentar un curso crónico e invariante, aunque es posible su remisión en la vida adulta.

lunes, 16 de enero de 2017

DISARTRIA



¿QUÉ ES LA DISARTRIA?
Es la alteración de la articulación propia de lesiones en el sistema Nervioso Central (SNC), así como de enfermedades de los nervios o de los músculos de la lengua, faringe y laringe, responsables del habla. Es una dificultad de la expresión oral del lenguaje debida a trastornos del tono y del movimiento de los músculos fonatorios, secundaria a lesiones del SNC.
En la disartria no existe trastorno en el ámbito lingüístico, sino tan solo afectación del componente motor lo que repercute en la articulación del sujeto.
Cuando existe una imposibilidad de articular distintamente los sonidos nos encontramos con una ANARTRIA.

¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISARTRIAS?
Suelen ser niños y niñas de aspecto distraído, desinteresados, tímidos, agresivos y con escaso rendimiento escolar que, en muchas ocasiones, creen hablar bien, sin darse cuenta de sus errores, y en otras, aunque sean conscientes de ellos, son incapaces por sí solos de superarlos.
Los síntomas específicos son la sustitución, omisión, inserción y distorsión de los fonemas.
- Sustitución: es el error de articulación por el cual un sonido es reemplazado por otro. El niño no puede realizar una articulación y la suple por otra más fácil o, de entrada, percibe mal el sonido y lo reproduce tal como el lo discrimina (como lo emite). Es el error más frecuente dentro de las disartrias funcionales y el que presenta más dificultades para su corrección. Las formas más frecuentes son la sustitución de r por d o por g, de s por z y del sonido k por t.
- Omisión: se omite el fonema (p. ej. "iño" por niño) o toda la sílaba en que se encuentra dicho fonema (p. ej. "loj" por reloj).
- Inserción: se intercala un sonido que no corresponde a esa palabra para apoyar y resolver la articulación del dificultoso (por ej. "Enerique" por Enrique).
- Distorsión: Se articula el sonido de forma incorrecta pero aproximada a la adecuada y sin llegar a ser una sustitución.

CLASIFICACIÓN DE LAS DISARTRIAS.
Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los cuales estableceremos diferentes tipos de disartrias.

jueves, 3 de noviembre de 2016

DISTIMIA



La DISTIMIA es una forma leve, pero crónica, de depresión. Los síntomas de la distimia suelen durar al menos dos años, y muchas veces durante mucho más tiempo que eso.

¿En qué se diferencia la Distimia de la Depresión?
El afectado por distimia suele tener una vida bastante rutinaria y normal no obstante de su trastorno. Por contra, el paciente depresivo no es capaz de mantener esa rutina. Por tanto, la diferencia fundamental es el grado de incapacitación que el sujeto presenta.
-        En el trastorno distímico no se experimenta falta de interés. Pueden experimentar también placer.
-        No se presenta agitación, ni tampoco lentitud motora.
-        No son usuales los arrebatos o pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte.
-        Es frecuente que los cuadros distímicos deriven en depresión si no son tratados adecuadamente.


Los síntomas de distimia en los adultos son:
§  Sentirse triste o deprimido
§  Pérdida de interés en las actividades diarias
§  Desesperación
§  Falta de energía
§  Fatiga
§  Baja autoestima
§  Dificultad para concentrarse
§  Dificultad para tomar decisiones
§  Autocrítica
§  Rabia excesiva
§  Disminución de la productividad
§  Evitar actividades sociales
§  Sentimientos de culpa
§  Falta de apetito
§  Comer en exceso
§  Problemas del sueño

En niños, los síntomas de la distimia pueden incluir:
§  Irritabilidad
§  Bajo rendimiento escolar
§  Una actitud pesimista
§  Falta de habilidades sociales

Los síntomas de la distimia típicamente aparecen y desaparecen en un período de años, y su intensidad puede variar con el tiempo. Es posible que sujeto que la padece, se caracterice por tener una personalidad melancólica.
Cuando la distimia comienza en o antes de los 21 años, se llama distimia de inicio temprano. Cuando se inicia después de eso, se llama distimia de inicio tardío.
Es perfectamente normal sentirse triste o molesto a veces o ser infeliz con situaciones estresantes en su vida. Pero con la distimia, estos sentimientos duran por años y interfieren con sus relaciones, trabajo y actividades diarias.