¿QUÉ ES LA FOBIA SOCIAL?
La fobia social se caracteriza por miedo intenso, persistente y excesivo en
situaciones sociales, ante la eventualidad de no desempeñarse
adecuadamente, verse en situaciones embarazosas, vergonzantes o humillantes, ya
sea como consecuencia de la propia actuación o de la posible aparición de
síntomas o reacciones incontroladas: ruborizarse, temblar, tener náuseas o
vómitos, hacer ruido con la barriga, necesidad imperiosa de orinar o defecar,
etc. Muchas veces, la persona está convencida de que su problema principal es
debido a alguno de estos síntomas de ansiedad recién citados. El comportamiento
más frecuente frente a estos miedos es la evitación de las situaciones sociales
con las que se asocian.
Este miedo es reconocido por la persona
que lo padece como excesivo e irracional y habitualmente viene precedido
de ansiedad anticipatoria, horas o incluso días
antes de la ocurrencia del acontecimiento social temido.
Para establecer el diagnóstico de
fobia social, los síntomas
han de persistir un mínimo de
seis meses en los personas
mayores de dieciocho años, sin ser debidos a efectos fisiológicos directos de
una sustancia, ni a una condición médica general y sin ser mejor explicables
por otro trastorno psicológico.
Existe una gran variabilidad individual
en lo referente a las situaciones temidas. La fobia social será generalizada si los miedos
incluyen la mayoría de situaciones sociales, o específica si se produce en
circunstancias muy concretas y delimitadas, y no en todas las demás.
MANIFESTACIONES DE LA FOBIA SOCIAL
1.-Sistema somático y
autónomo
- Temblor de voz y manos.
- Sudoración, sonrojo, escalofríos
- Malestar gastrointestinal (ej:
sensación de vacío en el estómago o diarrea, náusea).
- Urgencia urinaria
- Taquicardia/palpitaciones
- Dificultad para tragar, boca seca.
- Tensión muscular,
- Sensación de ahogo o falta e aire.
- Sensación de opresión en la cabeza
Los fóbicos sociales que presentan ataques de pánico, manifiestan mayor
miedo y evitación de las situaciones sociales, más ansiedad somática, mayor
malestar provocado por la fobia y mayor susceptibilidad a la ansiedad y
desesperanza.
2.-Sistema cognitivo o de
pensamiento
- Dificultades para pensar (confusión,
dificultad de recuerdo, peor concentración, etc).
- Tendencia a centrar la atención en uno
mismo, especialmente, en los propios síntomas, emociones negativas, errores…
- Temores básicos, que son: temor a ser
observado, a sentir mucha ansiedad y a tener un ataque de pánico.
- Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
- Temor a manifestar síntomas de
ansiedad que puedan ser vistos por los demás y/o interferir con la actuación.
- Temor a la crítica, a la evaluación
negativa y al rechazo.
- Temor a no poder alcanzar las elevadas
metas autoimpuestas.
Todos estos temores se manifiestan en: pensamientos negativos frecuentes (ej: voy a hacer el
ridículo, me pondré rojo), valoraciones
no realistas de lo que se espera de uno, sobreestimación del grado en que se es observado por los otros,
subestimación de las propias
capacidades, exageración de la probabilidad de cometer errores, etc.
Todo ello suele venir acompañado de supuestos relacionados con normas
autoimpuestas excesivamente elevadas, creencias sobre la evaluación de los
demás y creencias incondicionales sobre uno mismo (Ej: uno debe siempre
complacer a los otros”, “si no le gusto a alguien, es que algo malo pasa
conmigo”).
3.-Sistema conductual o
de comportamiento
- La estrategia de afrontamiento más
frecuente ante el miedo intenso es la evitación de las situaciones temidas, especialmente la
participación en ellas (ser centro de atención o crítica, manifestar los
síntomas, etc).
-Algunas conductas defensivas
para reducir la ansiedad y prevenir sus consecuencias son: consumir
alcohol, evitar hablar o hacerlo brevemente y no sobre uno mismo, evitar los
silencios hablando mucho y apresuradamente, meditar y ensayar minuciosamente lo
que se va a decir…
Suele recurrirse también a conductas específicas
para disimular el rubor (dejarse barba, maquillaje), el miedo a temblar (llevar las
manos en los bolsillos, no coger objetos en presencia de los otros), el miedo a
sudar (evitar ingerir alimentos calientes, llevar ropa ligera), el miedo a
desmayarse (apoyarse en una pared al sentirse mareado, o caminar cerca de ella),
el miedo a hacer ruidos con el estómago (distanciarse de otros, buscar lugares
o actividades ruidosas que lo enmascaren) etc.
Ante la imposibilidad de evitar la situación, pueden aparecer muecas,
gestos de inquietud, tartamudeo, silencios largos, etc.
EDAD DE COMIENZO Y CURSO
La edad media de comienzo de la fobia social se sitúa en torno a los 15 años, en plena adolescencia. Frecuentemente, los
adolescentes temen una evaluación negativa y aquellos más vulnerables al estrés
pueden manifestar ansiedad y evitar las situaciones sociales. Es poco frecuente
que el inicio de la fobia social se produzca posteriormente a los 25 años.
El trastorno suele aparecer de modo lento ante varias situaciones
estresantes o humillantes, aunque puede darse abruptamente debido a una única
experiencia.Suele presentar un curso crónico e invariante, aunque es posible su
remisión en la vida adulta.