¿Qué es el trastorno negativista desafiante
(ODD )?
El trastorno negativista desafiante, es un trastorno del comportamiento,
normalmente diagnosticado en la niñez, que se caracteriza por comportamientos
no cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los
padres, compañeros, maestros y otras personas en posición de autoridad.
¿Qué causa el trastorno negativista desafiante?
La causa precisa del ODD no se conoce por el momento, pero se
postulan dos teorías. Una teoría del desarrollo sugiere que los
problemas comienzan cuando los niños tienen entre uno y dos años y medio de
edad. Los niños y adolescentes que desarrollan el ODD pueden haber tenido dificultades
para aprender a separarse de su figura de apego primaria y desarrollar habilidades
autónomas. Las malas actitudes características del ODD se consideran una
continuación de las cuestiones normales durante el desarrollo que no fueron resueltas
adecuadamente en los primeros años de vida.
La teoría del aprendizaje sugiere, sin embargo, que
las características negativas del ODD son actitudes aprendidas que reflejan los
efectos de las técnicas de refuerzo negativo empleadas por los padres y
personas en posición de autoridad. Se considera que el empleo de refuerzos
negativos por parte de los padres incrementa la frecuencia e intensidad de los
comportamientos opositores en el niño que de este modo logra la atención, el
tiempo, la preocupación y la interacción deseados con los padres opersonas en
posición de autoridad.
¿A quiénes afecta el trastorno negativista
desafiante?
Los trastornos del comportamiento, como categoría, son sin
duda la causa más común de remisión a los servicios de salud mental para niños
y adolescentes. Las estadísticas indican que el trastorno negativista
desafiante afecta a entre un 10 por ciento y un 15 por ciento de los niños y
adolescentes de la población general, siendo más común en niños que en niñas.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno
negativista desafiante?
La mayoría de los síntomas observados en niños y adolescentes
que tienen el trastorno negativista desafiante también se observa a veces en
niños que no lo padecen, especialmente alrededor de los 2 ó 3 años de edad o
durante la adolescencia.
Muchos niños, especialmente cuando están cansados, con hambre
o disgustados, tienden a desobedecer, discutir con sus padres y desafiar la
autoridad. Sin embargo, en los niños y adolescentes que tienen el trastorno
negativista desafiante, estos síntomas ocurren de forma más frecuente e
interfieren con el aprendizaje, el ajuste a la escuela y, algunas veces, con
las relaciones del niño (o adolescente) con los demás.
Los síntomas del
trastorno negativista desafiante pueden incluir los siguientes:
• Tiene rabietas
frecuentes.
• Tiene excesivas
discusiones con los adultos.
• Se niega a acceder a
las solicitudes de los adultos.
• Cuestiona constantemente
las normas; se niega a obedecer las reglas.
• Su comportamiento
está dirigido a molestar o enojar a los demás, incluyendo a los adultos.
• Culpa a otras
personas por su mal comportamiento o errores.
• Los demás le causan
fastidio con facilidad.
• Tiene frecuentemente
una actitud de enojo.
• Habla con severidad
o poca amabilidad.
• Se comporta
deliberadamente de formas que suscitan venganza.
¿Cómo se diagnostica el trastorno negativista
desafiante?
Un psiquiatra infantil o un profesional de la salud mental
capacitado normalmente diagnostica el ODD en los niños y adolescentes. Una
historia detallada del comportamiento del niño por parte de los padres y
maestros, observaciones clínicas del comportamiento del niño y un examen
psicológico contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que advierten
síntomas de ODD en sus niños o hijos adolescentes pueden ayudar procurando una
evaluación y tratamiento temprano, el cual puede prevenir a menudo problemas
futuros.
Además, el trastorno negativista desafiante a menudo se
manifiesta junto con otros trastornos de la salud mental, como los trastornos
del estado de ánimo, de ansiedad, de conducta y el trastorno hiperactivo de
déficit de atención, aumentando la necesidad de un diagnóstico y un tratamiento
tempranos.
Tratamiento del trastorno negativista
desafiante
El tratamiento específico será determinado por el pediatra (o
médico del adolescente) basándose en lo siguiente:
• La edad, estado
general de salud e historia médica del niño (o adolescente).
• Qué tan avanzados
están los síntomas del niño (o adolescente).
• La tolerancia del niño (o adolescente) a determinados
medicamentos, procedimientos o terapias.
• Sus expectativas
para la trayectoria de la condición.
• Su opinión o
preferencia.
El tratamiento puede
incluir:
• Psicoterapia
individual
La psicoterapia individual para el ODD suele emplear un
enfoque cognitivo-conductual para aumentar la capacidad del paciente de
resolver los problemas y sus habilidades de comunicación, y las habilidades de
control de la ira.
• Terapia familiar
La terapia familiar tiene a menudo como objetivo la introducción
de cambios en la familia, como por ejemplo, mejorar la capacidad de
comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia.
• Terapia de grupo
con los compañeros
La terapia de grupo con los compañeros a menudo se enfoca en
desarrollar y utilizar las capacidades sociales e interpersonales.
• Tratamiento
Farmacológico
Si bien no se consideran eficaces para tratar el ODD, pueden
utilizarse medicamentos si otros síntomas o trastornos están presentes y
responden al medicamento.
Prevención del trastorno negativista desafiante
en la niñez
Algunos expertos creen que en el desarrollo del trastorno
negativista desafiante se produce una secuencia de experiencias específicas.
Esta secuencia puede iniciarse con la ineficacia por parte de los padres,
seguida de dificultades con otras personas en posición de autoridad y malas
relaciones con los compañeros. A medida que estas experiencias se exacerban y
persisten, el comportamiento de oposición y desafiante se transforma en un patrón
de comportamiento. La detección
precoz y la intervención en las experiencias negativas familiares y
sociales pueden servir para alterar la secuencia de experiencias que llevan a
conductas más negativas y desafiantes.
La detección temprana y la intervención
con habilidades más efectivas de comunicación, de crianza, de resolución de
conflictos y de control de la ira pueden alterar el patrón de comportamientos
negativos y disminuir la interferencia del comportamiento negativista y
desafiante en las relaciones interpersonales con los adultos y los compañeros,
y en el ámbito escolar y social. El objetivo principal de la intervención
temprana es favorecer el crecimiento y el proceso de desarrollo del niño o
adolescente que tiene el trastorno negativista desafiante para mejorar su
calidad de vida.
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